Museo del Ferrocarril Jesús García Corona, recién inaugurado por el Gobierno del Estado de San Luis Potosí, hace justicia al gremio ferrocarrilero que entregó su vida a lo largo de décadas y con este recinto, ve hoy recompensado el enorme esfuerzo de varias generaciones.
Así coincidieron en señalar diversos trabajadores y ex trabajadores del riel, quienes manifestaron también la alegría de encontrarse nuevamente con los objetos y enseres que fueron parte de su quehacer laboral que exigía dedicación y cariño.
Guadalupe Alvarado Ulloa de 55 años, que se desempeñó como empleado ferroviario durante 27, agradeció a los organizadores del Museo pues desde su punto de vista “le hacen justicia a los ferrocarrileros que dejamos uñas, dedos, sangre... este, es un verdadero reconocimiento porque la sangre que dejamos ya no se puede recolectar. Al ver este Museo pienso finalmente tanto esfuerzo valió la pena”, afirmó.
Con la intención de alimentar el acervo de la Biblioteca especializada en el tema, Don Guadalupe cooperó con documentación de gran valor, sobre todo sentimental, que perteneció a su padre, también trabajador del riel. “Entregué algunos pases antiguos que datan de 1927, órdenes de trabajo y otros documentos”, señaló.
Irineo Balderas Zarazúa, quien por 28 años trabajó en ferrocarriles mexicanos expresó su intensa alegría de ver los objetos con los que convivía a diario, “porque todo esto lo vivimos nosotros con mucho gusto, nunca imaginé que mi fuente de trabajo se convertiría en piezas de Museo. Espero que las nuevas generaciones vengan a conocerlo”.
En tanto, Jesús Ortega García resaltó el éxito del recinto, pues desde 1994 cuando fueron jubilados los ferrocarrileros esperaban que algún estado albergara sus máquinas, herramientas, imágenes, documentos, vestimenta y demás patrimonio de gran valor histórico.
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